2017, GEDEC - Retiro espiritual en Pilar
El grupo de participantes de Santiago del Estero, agradece profundamente la posibilidad de participar en este retiro, ya que sin el aporte de la fundación no hubiesen podido hacerlo. En total participamos 5 personas.
Durante el año 2016 surgieron inquietudes, ganas de concurrir a dicho retiro, lo que motivó a la fundación para realizar el aporte y el acompañamiento de dichos participantes. Al vivir en el interior de la provincia de Santiago del Estero, y dada la escasez de sus recursos económicos, no hubiesen podido viajar a Buenos Aires.
El alojamiento en casas también permitió que puedan venir, ya que no podrían pagarse ni el viaje ni el alojamiento, así como la compañía constante para moverse en Buenos Aires. No es sencillo bajarse del micro e ir al retiro y luego volver. También genera, como el retiro en sí mismo, una unión con ellos con quienes se hace más sencillo trabajar luego en el año.
A pesar de no querer subirnos los choferes en los colectivos de línea por estar con valijas, llegamos a la casa de retiro en Pilar dos remises. Llegamos a la Villa Marista a las 8 de la mañana, donde nos recibieron y nos fueron organizando de acuerdo a las habitaciones y los grupos de reflexión.
Inés, responsable del Encuentro y predicadora del mismo, nos recibió emocionada: “Ha llegado la gente de Santiago…” y varias personas del Centro, que con detalle dieron valor a nuestra presencia. Brindaron confianza para preguntar, calidez y amabilidad, así como amor para escucharte y ayudarte. Son personas iluminadas.
Esto se ha prolongado durante todo el retiro. Recibimos un regalo que es el camino al corazón. Es el 3° GEDEC y en cada uno de estos retiros hemos recibido algo especial, en la fe, en el amor, paso a paso en este camino. El tema central fue el de la DECISION, con la figura de Zaqueo, que en su encuentro con Jesús la tomó con firmeza.
Cada día nos iban presentando reflexiones, preguntas, que nos han movilizado constantemente nuestro interior. Y las respuestas aparecían concretas.
La oración fue un punto clave para el encuentro con Dios. El silencio en todo momento permitió alcanzar lo que estaba en nuestro corazón. Valoramos la presencia de sacerdotes como uno más entre nosotros. Inés, como siempre que la escuchamos, estaba inspiradísima en el Espíritu. Trescientas personas nos encontramos con Dios de manera increíble.
Coincidimos que esta experiencia ha resultado enriquecedora tanto a nivel grupal como personal. Este camino al corazón es un proceso que lo iremos transitando paso a paso para encontrarnos con Jesús y de esta forma al volver a nuestras comunidades podremos no solo compartir esta maravillosa experiencia sino también transmitir lo aprendido educando en la FE a partir de iniciativas y proyectos en unión con la comunidad, y así generar acciones que beneficien a niños padres docentes y comunidad en general.